domingo, 18 de julio de 2010

Arte, Lacan y el psicoa

Arte y Psicoanálisis

Arte, poesía y psicoanálisis

La creación de la poesía, consiste en plantear según el modo de sublimación propio del arte, un objeto al que designaría como enloquecedor, un partenaire inhumano, se trata de la Dama exigente de los caballeros, o de la Beatrice inalcanzable de Dante, que funciona como el cráneo en anamorfosis, que hace girar la representación y que asume la función de la cosa.

¿Cómo situamos el psicoanálisis en relación al arte?
Partimos de una afirmación de Lacan “no existe el psicoanálisis aplicado a las obras de arte”
El psicoanálisis solo se aplica en sentido propio como tratamiento a un sujeto que habla y oye.
El artista, siempre le lleva la delantera al psicoanalista, ¿porqué hacer de psicólogo, donde el artista le desbroza el camino?
Lacan entonces, no aplicará el psicoanálisis al arte, sino que aplicará el arte al psicoanálisis, pensando que el artista precede al psicólogo, y su arte, permite hacer avanzar la teoría psicoanalítica.
El arte, bordeando el agujero, delimita un espacio en el que adviene la creación.
Lacan diferencia la creación pictórica de la literaria, refiriendo la pintura a la mirada, y la literatura a la letra.
La poesía, remitiría al significante en tanto efecto de sentido y agujero a la vez.
....La poesía cortes, tiende a situar en el lugar de la cosa, cierto malestar en la cultura.
La creación de la poesía, consiste en plantear según el modo de sublimación propio del arte, un objeto al que designaría como enloquecedor, un partenaire inhumano, se trata de la Dama exigente de los caballeros, o de la Beatrice inalcanzable de Dante, que funciona como el cráneo en anamorfosis, que hace girar la representación y que asume la función de la cosa.
Lo que Lacan llama en el amor cortés “la vacuola”, el lugar que ocupa la mira de la tendencia en la sublimación, ¿dónde es creada la vacuola para nosotros? En el centro del sistema de los significantes.
El vacío no es sólo una función espacial, sino también simbólica.
Es del orden de lo real y el arte utiliza lo imaginario para organizar simbólicamente ese real, está entre lo real y el significante.
Dirá Marguerite Durás:… “La escritura: la escritura llega como el viento,
Está desnuda
Es la tinta,
Es lo escrito,
Y pasa, como nada pasa en la vida,
Nada, excepto eso,
La vida.”
“Un escritor, es algo extraño. Es una contradicción, y también un sinsentido.
Escribir, también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Un escritor es algo que descansa, con frecuencia, escucha mucho. No habla mucho, porque es imposible hablar a alguien de un libro que se ha escrito y sobre todo, de un libro que se está escribiendo”.
Hölderling se pregunta ¿Para qué un poeta en tiempos de apremio?
Interesante interrogación hecha por un poeta que supo darle un destino poético a su padecer.
Interrogación que alcanza al psicoanálisis ¿Cómo hacer del sufriente un poeta?, es decir, como darle otro destino al humano padecer, ¿cómo situar las cosas de su mundo en un nuevo orden grato para él?
Nos dice Freud, que los mismos poetas nos aseguran que en cada hombre hay un poeta, y que sólo con el último hombre, morirá el último poeta.
El poeta, crea un mundo fantástico, y lo toma muy en serio, aunque sin dejar de diferenciarlo de la realidad.
De esta irrealidad del mundo poético, nacen consecuencias muy importantes para la técnica artística ya que, mucho de lo que siendo real, no podría procurar placer alguno, puede procurarlo como juego de la fantasía, y muchas emociones penosas en sí mismas, pueden convertirse en una fuente de placer, para el auditorio del poeta.
Cómo consigue el poeta despertar con su creación el placer estético en su auditorio, es su mas íntimo secreto, singular en cada poeta, marcando allí, el rasgo de su estilo.
Nos enseña Lacan, que con la ayuda de lo que se llama la escritura poética, podremos tener la dimensión de lo que podría ser la interpretación analítica (ya que el sentido tapona)
Y nos invita a tomar de la escritura china, la noción de lo que es la poesía.
....”Hay algo que da el sentimiento de que no están reducidos a eso, y es que ellos “canturrean” Chen Tai Tchen, (más conocido como Francois Cheng.) en su libro “La escritura poética china”, enunció un contrapunto tónico, una modulación, que hace que eso se canturree; de la tonalidad a la modulación, hay un deslizamiento.
Y entonces Lacan, nos dice que debemos orientarnos por algo del orden de la poesía para intervenir como psicoanalistas.
La metáfora y la metonimia, no tienen alcance para la interpretación, sino en tanto son capaces de hacer función de otra cosa para lo cual se unen estrechamente el sonido y el sentido.
Es en tanto que una interpretación justa extingue un síntoma, que la verdad se especifica por ser poética.
No es del lado de la lógica articulada que hay que sentir el alcance de nuestro decir, y lo primero, sería extinguir la noción de “lo bello”. Nosotros no tenemos nada bello que decir, es de otra “resonancia” que se trata.




Gabriela Trapero.

gtrapero@elsigma.com

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